Todo se alió para que la tarde fuese de esas para recordar: la compañía, la luz, la temperatura, el aroma a primavera, el verde intenso de los campos de cebada y la fauna en pleno frenesí, síntoma inequívoco de la sazón del momento.
Mil gracias a Patricia Ferrater , David Rodriguez , sus peques (sí, os hemos reservado ya para el año que viene, tranquilos) y a las demás familias y amig@s
Llegados a la Península en el mes de marzo, estos pequeños halcones de garras blanquecinas se dispusieron mediada la primavera a establecer sus nidos en los huecos que el paso del tiempo ha ido dejando en los paramentos de las tapias de barro y paja ...
El pasado lunes, 10 de marzo, dicharachera y pizpireta, una golondrina (Hirundo rustica) se había posado sobre un hilo del cableado de mi calle en el casco histórico de Toledo. Para ser sinceros, me alegró la mañana. La primera del año de las muchas que en las próximas semanas empezarán a regresar desde el otro lado del Sahara, tras una larga singladura, contra viento y marea.
El invierno es la estación del año en la que más oportunidades hay de poder observar a esta estilizada rapaz, que supera el metro y medio de envergadura. Con su característica cola ahorquillada y sus conspicuas manchas blancas bajo las alas, rastrean y maniobran con gran agilidad en busca de alimento.
Como viene siendo costumbre y con la llegada de los primeros fríos, el espectáculo migratorio de las grullas en Toledo, se materializa en determinadas zonas húmedas de la provincia durante estas fechas.